Hace exactamente 13 años, Chile fue testigo de un terremoto de magnitud 8,8 que se extendió en gran parte del país. Si bien, el evento no es predecible, hay ciertas zonas del país que tienen latencia.
El 27 de febrero del año 2010, a las 3.34 de la mañana, un megaterremoto sacudió al país, alcanzando una magnitud Mw = 8,8. El evento dejó 525 fallecidos y 23 personas desaparecidas.
¿Qué tan cerca estamos de un evento similar y dónde podría ocurrir?
En una entrevista con La Tercera, Pablo Salucci, geógrafo de la PUC, señaló que “siempre tenemos que estar preparados para algo así. Si bien no los podemos predecir, hay ciertas zonas en nuestro país que tienen latencia, es decir, aquellos espacios que no se han ‘roto’ hace ya bastante tiempo″.
El experto indicó que especialmente sería la “zona de Arica e Iquique, que no tienen un gran sismo hace muchos años, o también la zona de Los Vilos hasta el norte de Pichilemu, sector que no se ‘rompe’ desde el megaterremoto de 1730″.
Por otra parte, el académico cree que el país está mejor preparado para un evento similar a lo que pasó el año 2010. “Tenemos una sociedad y Estado más preparado y consciente, y con tecnología que han ido mejorando la respuesta. Hay sistema de alerta telefónica, que permite alertar dónde llegaría un tsunami”.
Sin embargo, Gabriel González, académico de la Universidad Católica del Norte, señaló que “aún persisten las condiciones subyacentes del riesgo que hacen a Chile vulnerable a estos eventos desastrosos que requieren enfrentarse con mayor decisión (…) una de estas condiciones subyacentes del riesgo es el emplazamiento de infraestructura en zonas de inundación, como escuelas, clínicas (…) también la proliferación de tomas de terreno en zonas de inundación de tsunami en el norte de Chile aumentan el nivel de exposición y la vulnerabilidad”.