The tattered shell of the first-ever recorded supernova was captured by the US Department of Energy-fabricated Dark Energy Camera, which is mounted on the National Science Foundation’s (NSF) Víctor M. Blanco 4-meter Telescope at Cerro Tololo Inter-American Observatory in Chile, a Program of NSF’s NOIRLab. A ring of glowing debris is all that remains of a white dwarf star that exploded more than 1800 years ago when it was recorded by Chinese astronomers as a ‘guest star’. This special image, which covers an impressive 45 arcminutes on the sky, gives a rare view of the entirety of this supernova remnant.

Cerro Tololo logra registro único de una supernova que explotó hace más de 1.800 años

El hallazgo ayuda a esclarecer cómo evolucionaron los restos de la supernova durante los últimos 1.800 años. Asimismo, le brinda a los astrónomos una mirada más profunda a las físicas de esta estructura y su formación.

La Cámara de Energía Oscura, fabricada por el Departamento de Energía de EE.UU e instalada en el Telescopio de 4 metros Víctor M. Blanco de la Fundación Nacional de Ciencias (NSF por sus siglas en inglés) de EE.UU en el Observatorio Interamericano Cerro Tololo, ubicado en Vicuña, logró una imagen única de una supernova que explotó hace más de 1.800 años.

El anillo de escombros es todo lo que queda de una estrella enana blanca que explotó hace más de 1.800 años, cuando fue registrada por los astrónomos chinos como una «estrella invitada» en el año 185 d.C.

Esta supernova histórica, a la que los astrónomos denominan ahora como SN 185, se produjo a más de 8.000 años luz de distancia.

La estructura resultante, RCW 86, ayuda a esclarecer cómo evolucionaron los restos de la supernova durante los últimos 1.800 años.

Aunque el vínculo entre RCW 86 y SN 185 está ahora bien establecido, no siempre fue así. Durante décadas, los expertos pensaron que una supernova tradicional de núcleo colapsante – en la que una estrella masiva desprende material de sí misma al explotar – tardaría unos 10.000 años en formar la estructura que vemos hoy. Esto haría que la estructura fuera mucho más antigua que la supernova observada en el año 185 d.C.

Esta estimación preliminar se basó principalmente en mediciones del tamaño del remanente de supernova. Sin embargo, un estudio en 2006 descubrió que su gran tamaño se debía a una velocidad de expansión extremadamente alta. La nueva estimación se ajusta mucho más a una edad comparativamente más joven, de unos 2.000 años, lo que reforzó el vínculo entre RCW 86 y la estrella invitada observada hace siglos.

Los astrónomos tienen ahora una idea más completa de cómo se formó RCW 86. Cuando la enana blanca del sistema binario se tragó el material de su estrella compañera, sus vientos de alta velocidad empujaron el gas y el polvo circundantes hacia el exterior, creando la cavidad que observamos hoy. Entonces, cuando la enana blanca no pudo soportar más masa cayendo sobre ella desde la estrella compañera, explotó en una violenta erupción. La cavidad previamente formada proporcionó un amplio espacio para que los restos estelares de alta velocidad se expandieran rápidamente y crearan las características monumentales que vemos hoy.

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