Un estudio de la Academia Estadounidense de Neurología muestra una relación entre problemas del sueño, como las apneas, dormir poco o en exceso, y los infartos cerebrales.
Las personas que duermen mal tienen más riesgo de sufrir un accidente cerebrovascular. En un estudio que se publicó el pasado miércoles 5 de abril, en la revista Neurology, de la Academia Estadounidense de Neurología, se incluyen como problemas del sueño riesgosos dormir poco o demasiado, roncar o la apnea del sueño.
Los investigadores observaron, por ejemplo, que aquellas personas que dormían menos de 5 horas al día tenían tres veces más de probabilidad de sufrir un accidente cerebrovascular, también conocido como derrame cerebral.
Por otra parte, quienes tomaban siestas largas – de más de una hora -, y las no planificadas tenían un 88% más de riesgo de esta afección que aquellos que no. Cifra similar al 91% más de riesgo para los participantes del estudio que roncaban.
En un escalón superior se encontraban los resoplidos y la apnea de sueño, que multiplicaban por tres el riesgo de derrame.
Dormir poco o tomar siestas largas pueden indicar la existencia de otra afección
Aunque el estudio, que incluyó a 4.496 personas, de las cuales la mitad habían sufrido un ictus, sólo observó una relación y no puede atribuir que la falta de sueño sea la causa de estos problemas.
Christine McCarthy, de la Universidad de Galway (Irlanda), señaló que “Dormir poco puede estar asociado a factores de riesgo de ictus, como tensión alta, por ejemplo, pero puede ser también una señal de que existe otra enfermedad desconocida”.
Por el contrario, “dormir demasiado puede producirse porque hay alguna enfermedad subyacente, pero también puede estar causado porque [esa persona] no tiene retos fisiológicos”, añadió.