El decreto del Ministerio de Ciencia permitirá proteger los cielos de la contaminación lumínica que se pudiera producir en las cercanías de los observatorios astronómicos instalados en estas regiones.
Los cielos más prístinos para la observación astronómica están en Chile y desde ahora, en 39 comunas del país de las regiones de Antofagasta, Atacama y Coquimbo estarán protegidas por el valor científico y de investigación que poseen.
Esta categoría de protección es posible gracias a la publicación del Decreto N°2 del Ministerio de Ciencia, Tecnología, Conocimiento e Innovación, publicado la semana pasada en el Diario Oficial y que declara los cielos de estas comunas como “áreas con valor científico y de investigación para la observación astronómica”.
Son parte de estas “áreas astronómicas” las comunas de Antofagasta, Calama, María Elena, Mejillones, Ollagüe, San Pedro de Atacama, Sierra Gorda y Taltal, en la Región de Antofagasta; Alto del Carmen, Caldera, Copiapó, Freirina, Huasco, Tierra Amarilla y Vallenar, en la Región de Atacama.
En la región de Coquimbo serán las comunas de Andacollo, Canela, Combarbalá, Coquimbo, Illapel, La Higuera, La Serena, Monte Patria, Ovalle, Paihuano, Punitaqui, Río Hurtado, Salamanca y Vicuña.
La Ministra de Ciencias, Aisén Etcheverry, señaló que este es un primer hito para avanzar en la protección de los cielos, que son un laboratorio natural reconocido a nivel internacional.

Para la subsecretaría de MinCiencia, Carolina Gainza, este decreto permite cuidar uno de los patrimonios de nuestro país: sus cielos. “Los cielos de estas tres regiones, son un patrimonio de todas y todos los habitantes del país. Cuidarlos permitirá que los y las investigadores puedan realizar mejor investigación para conocer qué es lo que pasa fuera de nuestro planeta (…) además, fortalecer la identidad de los territorios para generar turismo astronómico, porque la astronomía es también beneficiosa para los habitantes de estas comunas”.
Próximos pasos
Actualmente, el Ministerio del Medio Ambiente está finalizando el proceso de modificación de la Norma Lumínica (DS 43/2012 mma), que establece una norma de emisión para la regulación de la contaminación lumínica.
En la nueva norma lumínica se establecen mayores exigencias para las luminarias instaladas en las “áreas astronómicas”, específicamente una reducción de la radiancia espectral, en rangos ultravioleta e infrarrojo cercano y en el color azul.
En términos prácticos, esto implica un cambio en el color de la luz, para lo que existen fuentes que permiten dar cumplimiento a tales requisitos y que serán certificadas por laboratorios autorizados por la SEC.
Además, el MMA, en conjunto con el Servicio de Evaluación Ambiental (SEA), deben dictar un estándar técnico que establezca los criterios objetivos para definir cuándo y en qué condiciones o características un proyecto puede generar contaminación lumínica en estas áreas.