La patología acumula una docena de casos en el sur del país, con una mayor concentración en las regiones de Aysén y Los Lagos. La situación levantó una alerta epidemiológica en la zona.
Son 12 los casos de la enfermedad infecciosa denominada «tifus de los matorrales» registrados en el sur del país. Esta alza súbita provocó una alerta epidemiológica en los centros de salud de la región de Los Lagos.
Según reportó Radio Bío Bío en la zona, el año pasado fueron apenas 5 los casos. Ahora, a poco más de un mes de iniciado el 2023, la cifra supera la decena.
«La bacteria que causa el tifus de matorrales existe en un pequeño ácaro, un parásito externo de roedores silvestres. Para infectarse no es necesario tener contacto con el roedor, pues el ácaro infectado se encuentra en la vegetación, desde donde toma contacto con las personas. Además, la picadura no es dolorosa así que la persona no se da cuenta que ha sido inoculado», explica la Dra. Abarca, académica de la Pontificia Universidad Católica.
Las personas infectadas presentan, después de unos días de la picadura por el ácaro infectado, fiebre alta (40-45°), exantema (manchas rojas en el cuerpo), dolor de cabeza y muscular, sudoración, escalofríos y una mancha negra donde ocurrió la picadura. Esto a veces se presta a confusión con otras condiciones como la mordedora de araña de rincón.
¿Cómo prevenir la infección?
El contagio del tifus de los matorrales ocurre mayormente en zonas rurales. La prevención del “tifus de matorrales” consiste en utilizar métodos de barrera que prevengan la mordedura a la hora de manipular elementos que puedan estar infectados, tales como leña, madera, arbustos, etc.
Evitar transitar por zonas de riesgo como matorrales o zonas húmedas.
