A raíz de una alerta detectada por abastecimientos excesivos en una planta elaboradora
de algas, funcionarios de la Dirección Regional de Coquimbo del Servicio Nacional de
Pesca y Acuicultura (Sernapesca), incautaron casi 30 toneladas de algas secas.
La inspección inicial se realizó para constatar la existencia de los stocks declarados, donde
se detectaron 20 maxi sacos correspondientes a 28 toneladas de huiro palo picado fino, 43
sacos correspondientes a 1.200 kg de huiro palo seco picado y 17 sacos correspondientes
a 510 kg de huiro negro picado.
Cecilia Solís, Directora Regional de Sernapesca Coquimbo, se refirió al operativo,
indicando que: “en base a la permanente fiscalización y análisis que realiza Sernapesca en
la región de Coquimbo, fue posible evidenciar declaraciones sospechosas en una planta,
donde posterior a la auditoría correspondiente, se incautaron cerca de 30 toneladas de
producto seco, ya que la empresa no pudo acreditar el origen legal de la materia prima
con que se elaboraron los productos”.
Cabe destacar que la conversión de producto seco y picado a recurso fresco implica que
para esa elaboración ocuparon alrededor de 120 toneladas de algas en estado fresco.
Tras el hallazgo se procedió a su incautación, la cual, por ser de gran volumen, quedó en
poder del infractor, siendo la empresa citada a declarar al Tribunal de Ovalle.
Sernapesca creó el programa Especial de Fiscalización denominado Combate a la pesca
ilegal en la cadena de valor de algas pardas. “Se decidió implementar un comité
macrozonal de algas pardas zona norte con alcance a las regiones de Tarapacá,
Antofagasta, Atacama y Coquimbo, con el propósito de contribuir a la fiscalización
regional. Bajo esta modalidad se han definido 2 equipos de trabajo, uno enfocado al
análisis y otra dirigida a la fiscalización. Ahora estamos viendo frutos de ese trabajo, hoy
fue este operativo grande en Coquimbo, y así también hemos detectado ilegalidades en
toda la macrozona norte”, indicó la directora nacional de Sernapesca Soledad Tapia.
Soledad Tapia agregó que las algas pardas, son un recurso hidrobiológico que se
encuentra presente en las costas chilenas y su importancia para los ecosistemas es vital.
“Debido a su rol estructurador de ambientes marinos, son utilizadas por otras especies
como zonas de alimentación, reproducción y reclutamiento; y por supuesto, realizan un
importante aporte en la absorción de CO2. Además, son sustento de miles de mujeres
algueras, y familias dedicadas a la recolección, por tanto, toda ilegalidad afecta a los
recursos y la sustentabilidad de las actividades económicas asociadas a ellas. Por ello si
bien tenemos un foco macrozonal en fiscalización, también estamos atentos a toda la
cadena de valor de este importante recurso, y eso significa ampliar la mirada a las
exportaciones que se realizan y consolidan en otras regiones”, finalizó.