Agosto, el mes en que celebramos a las y los dirigentes sociales y comunitarios, nos ofrece
una oportunidad para reflexionar y destacar a aquellos individuos cuyo trabajo
desinteresado contribuye a aportar con mejoras a nuestras comunidades. Son estas
personas, a menudo invisibles para el gran público, los que van construyendo los cimientos
sobre los cuales vamos avanzando hacia una sociedad más justa y solidaria.
Los dirigentes sociales y comunitarios son agentes de transformación, actúan como puentes
entre las necesidades, sueños y anhelos de los ciudadanos y las instituciones que deben
trabajar en concretarlos. Son líderes que, con un profundo sentido de compromiso y
responsabilidad, dedican su tiempo y esfuerzo a organizar actividades, promover la
participación ciudadana y defender los derechos de sus comunidades. Su labor no se limita
a una simple gestión de recursos; implica un entendimiento profundo de las problemáticas
sociales y una habilidad excepcional para movilizar a la comunidad hacia soluciones
efectivas y sostenibles.
En contextos donde las desigualdades estructurales están presentes, el rol de los y las
dirigentes se vuelve crucial. Ellos luchan contra la exclusión social, trabajan para mejorar la
educación, la seguridad, la salud y las condiciones de vida de sus vecinos, y promueven la
cohesión social. Son, en definitiva, los verdaderos líderes dentro de sus comunidades, cuya
entrega diaria contribuye a la construcción de un mundo más equitativo y humano.
El gobierno del presidente Gabriel Boric ha reconocido esta importancia y ha implementado
políticas específicas para fortalecer y apoyar la labor de los dirigentes sociales, porque esta
es una forma de reconocer su relevancia para la democracia. Entre estas políticas, está el
trabajo permanente que ha desarrollado la División de Organizaciones Sociales que ha
fortalecido los programas de formación y capacitación para líderes comunitarios, dotándolos
de las herramientas y conocimientos necesarios para enfrentar los desafíos que viven día a
día en comunidades, de una manera más efectiva.
Otro aspecto relevante que se ha priorizado, en nuestro gobierno, es la modernización de la
Ley 20.500 sobre Asociaciones y Participación Ciudadana en la Gestión Pública. A través
de un trabajo serio, responsable y colectivo con las organizaciones sociales hemos
construido una propuesta que busca fortalecer la incidencia de las dirigencias en el trabajo
que desarrolla el Estado.
Este trabajo, que ha llevado adelante nuestro Ministerio Secretaría General de Gobierno por
medio de los diálogos Hablemos de Participación y otras instancias, hoy cuenta con un
informe final público, documento que será la base del proyecto para reformar la Ley 20.500
que el Ejecutivo presentará al Congreso Nacional.
Por otra parte, hemos logrado una mejora en los canales de comunicación entre las
organizaciones sociales y las instituciones gubernamentales. Esto facilita que las demandas
y necesidades de la comunidad sean escuchadas y atendidas de manera más rápida y
eficiente. Asimismo, se han establecido mecanismos de participación ciudadana que
garantizan que la voz de los dirigentes sociales tenga un peso real en la toma de decisiones
políticas.
Celebrar este mes no solo es un reconocimiento merecido a la ardua labor de las y los
dirigentes sociales y comunitarios, sino también relevar la importancia de la participación
activa en nuestra comunidad y del poder transformador que tienen las personas
organizadas para la sociedad. Así, también es una invitación a valorar y apoyar a estos
nuevos liderazgos, brindándoles las herramientas y el respaldo necesarios para que puedan
continuar con su imprescindible labor.
En un tiempo donde la individualidad parece prevalecer sobre el colectivo, los dirigentes
sociales y comunitarios nos muestran que el cambio social es posible desde la base, que la
empatía y el compromiso colectivo son fuerzas poderosas capaces de ir mejorando las
realidades y de construir el bienestar común.
Así que, durante este mes de celebración, rendimos homenaje a esos hombres y mujeres
que, con su dedicación y pasión, trazan el camino hacia una sociedad más justa y solidaria.
Desde la Seremi de Gobierno de la Región de Coquimbo reconocemos su trabajo,
apoyamos sus iniciativas y, sobre todo, seguimos su ejemplo para construir un país donde
nadie quede atrás y todos seamos partícipes del desarrollo que las familias chilenas
esperan.
Paulina Mora Lara, Seremi de Gobierno de la Región de Coquimbo