La Armada informó que el 84% de los casos (153) ocurrió en playas no aptas y solo el 16% (35) en aquellas que son aptas. La nueva cifra equivale a un incremento del 3,8%, en comparación a la temporada pasada.
Con un total de 188 emergencias marítimas, cerró la temporada estival de playas y balnearios por parte de la Autoridad Marítima, con el apoyo de concesionarios, salvavidas, municipios, entre otras instituciones públicas y privadas.
La cifra equivale a un incremento del 3,8% en comparación a la temporada de playas pasada (188 v/s 181), manteniéndose la prevalencia en las causas de los accidentes. Las emergencias por imprudencia temeraria alcanzaron los 124 casos, le sigue actividades recreativas con 45, mientras que la causa de ebriedad alcanzó 7 sucesos.
Respecto a la aptitud de las playas en las que se registraron los accidentes, los antecedentes entregados por la Armada indican que el 84% de los casos (153) ocurrió en playas catalogadas como no aptas y solo el 16 % (35) se generó en playas aptas.
Pese a los esfuerzos destinados por la Autoridad Marítima respecto a la difusión de las medidas de autocuidado, al momento de interactuar con los cuerpos de agua, los grupos etarios que involucran a niños y jóvenes mantienen los mayores grados de participación.
La costa de la región de Coquimbo concentra el 54% de los casos
Otro dato de interés que arroja a presente temporada es que las playas y balnearios de la IV Región concentró el 53% de las emergencias marítimas con un total de 96 accidentes.
Respecto a la proveniencia de las personas accidentadas, 21% corresponde a la Región Metropolitana, 15% a la Región de Coquimbo y un 53% de otras regiones. Asimismo, el 11% de los accidentados son de nacionalidad extranjera.
Del total de las 188 emergencias, un 82% corresponde a rescates ilesos, los rescates con lesiones correspondieron al 7% (13) y los fallecidos al 11% (20 personas).
La Autoridad Marítima desprendió que «se mantiene la desatención en la comunidad respecto a las advertencias y las medidas de autoprotección», lo que demuestra que pese a las acciones preventivas y del aumento en la dotación para salvamento, «si no existe un compromiso real por parte de las personas que concurren hasta las playas de mar, río y lagos no habrá un cambio significativo en las cifras de accidentabilidad», agrega el escrito.