Cambiar la forma en que actualmente se desarrolla la viticultura, pasando del monocultivo y la
dependencia a agroquímicos a una agricultura sustentable y amigable con el medioambiente es
uno de los objetivos del proyecto “Viticultura Biodiversa: Conciliando producción con la
conservación de la biodiversidad”, ejecutado por el Instituto de Investigaciones Agropecuarias INIA
Intihuasi y financiado por la Subsecretaría de Agricultura.
Y es que producto de la intensificación de la agricultura y el uso de agroquímicos los paisajes han
cambiado notoriamente, especialmente por el monocultivo, destacándose los viñedos como uno
de los principales, repercutiendo negativamente en la biodiversidad, simplificando la estructura y
composición de los paisajes; mientras que la labranza, incorporación de fertilizantes y el uso de
pesticidas para el control de plagas, ha ido desmejorando la calidad del suelo y la salud de los
mismos viñedos.
Observando este problema surge la idea de implementar un piloto de viñedo biodiverso, a través
de la reintroducción de especies nativas, que permita mejorar la biodiversidad y favorecer la
producción de uva de mesa en la Región de Coquimbo.
«Buscamos, con este proyecto, poder cambiar la forma actual de producir, pasando del
monocultivo del viñedo y su dependencia a los agroquímicos, a una forma de producción más
sustentable y amigable con la misma biodiversidad, donde se pueda conciliar la producción vitícola
con la conservación de la biodiversidad”, sostuvo Carolina Pañitrur, investigadora de INIA Intihuasi
y directora alterna de la iniciativa, quien dio a conocer, junto a Léo García, Profesor L’Institut Agro
Montpellier, quien presentó “Biodiversidad en viñedos con el uso de cubiertas vegetales“ los
alcances del proyecto en el seminario de lanzamiento en el Centro de estudios para la
Biodiversidad, ubicado en Vicuña.
Pañitrur aseguró que para ello se necesita intervenir en Investigación y desarrollo (I+D) y hacer
ciencia. “Sabemos que en otras partes del mundo y del país hay algunos avances al respecto, pero
acá en la zona norte del país no se ha hecho investigación sobre ello, por lo tanto, estamos
partiendo desde cero. La idea, es que lo que investiguemos en este piloto, se pueda replicar en
otras partes del norte, considerando la zona productividad que es totalmente distinta al resto del
país”.
Sobre el estudio, la profesional destacó que se incorporará vegetación nativa de la zona norte
dentro de los mismos predios vitícolas que mejorará la biodiversidad y también servicios
ecosistémicos, así como la productividad del viñedo. “Ahora estamos en la primera etapa que es el
estudio y caracterización de la flora nativa. En el Centro se espera hacer un piloto Biodiverso,
donde vamos a incorporar vegetación nativa, como cubiertas vegetales y setos, con el fin de
favorecer servicios ecosistémicos, tales como la mejora de propiedades del suelo, materia
orgánica y nutrientes y la atracción de insectos benéficos. Lo novedoso es que estamos
propagando y utilizando la vegetación nativa de la misma zona, con el fin de mejorar la
productividad del viñedo, pero también ayudar a proteger y conservar estas especies”.
Christian Álvarez, seremi de agricultura indicó que, “Nuestro objetivo es que, a partir de la
investigación y la innovación, poder avanzar hacia una agricultura más sustentable, con técnicas
basadas en la agroecología, incorporando especies nativas acorde a las actuales condiciones que
nos presenta el cambio climático. Es en esta línea que INIA luego de una serie de investigaciones y
basándose en experiencias y resultado obtenidos en otros países, como Francia, es que está
avanzando en este proyecto con enfoque en la viticultura. Una iniciativa que busca ser replicada
en otras zonas del norte de nuestro país, porque estamos convencidos que debemos caminar
hacia un cambio en las técnicas de cultivo y de manejos agronómicos que se han realizado durante
los últimos años”.
Acerca de INIA
El Instituto de Investigaciones Agropecuarias (INIA) es la principal institución de investigación,
desarrollo e innovación agroalimentaria de Chile. Vinculada al Ministerio de Agricultura, cuenta
con presencia nacional y un equipo de trabajo de más de 1.000 personas altamente calificadas.
Ejecuta al año un promedio de 400 proyectos en torno a 5 áreas estratégicas: Cambio Climático,
Sustentabilidad, Alimentos del Futuro, Tecnologías Emergentes, y Extensión y Formación de
Capacidades. Estas iniciativas contribuyen al desarrollo agroalimentario sostenible del país,
creando valor y proponiendo soluciones innovadoras a los agricultores, socios estratégicos y la
sociedad, generando una rentabilidad social que varía entre 15% y 25%, por cada peso invertido
en cada uno de sus proyectos.