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Doctora Daniela Acuña: “En Chile se mueren dos mujeres al día por cáncer cérvico uterino y eso no es menor”

Para la Ginecóloga General con Subespecialidad en Oncología Ginecológica y con formación en Patología Vulvovaginal como también asesora médica de la Fundación “Cáncer Vida” es fundamental el tema de la realización de exámenes preventivos, los cuales muchas mujeres se dejaron de realizar tras la llegada de la pandemia. La facultativa conversó con región de Coquimbo no solo respecto a los desafíos que tiene la salud publica en esta materia sino además señaló que se debe entregar el conocimiento necesario a los padres frente a la vacunación contra el virus del papiloma humano. 

¿Cómo está la situación hoy en día respecto a la prevención del cáncer de útero? 

“Las estadísticas actuales hablan de 1.800 mujeres diagnosticadas anualmente, y los cánceres, en general, los dividimos en etapas de 1 al 4. Uno esperaría que un cáncer como el cérvico uterino, que es prevenible y diagnosticable precozmente, las mujeres llegaran en etapas precoces para poder tratarlas y en el fondo curar, pero no está pasando eso. La mayoría llegan en etapas 2 y 3. Una situación que se agravó con la post-pandemia, y eso implica necesariamente que esa paciente tiene que tratarse con radioterapia dentro de su tratamiento. No es cirugía, sino que es radioterapia, implicando que las pacientes se tienen que ir a vivir seis semanas a Valparaíso para tratarse allá.”

¿Qué síntomas podría presentar mi cuerpo al tener estos síntomas relacionados con el cáncer cérvico uterino?

 Bueno, el Papanicolau o el test de virus papiloma humano -VPH- son exámenes de tamizaje, igual que la mamografía. Y el concepto de tamizaje significa un examen que es bueno, bonito y barato, que se aplica a toda la población asintomática buscándole algo. Por ejemplo, uno desde los 40 años debería hacerse la mamografía todos los años. No esperar a que te aparezca una pelota. Por eso yo en el fondo muchas veces lo he dicho que estoy un poco en contra de que se valorice tanto el tema en el cáncer de mama del autoexamen. Porque el autoexamen es súper importante para conocer el cuerpo. Pero si tú te tocas una pelota en la mama a los 45 años y esa pelota era un cáncer, no te vas a curar de ese Cáncer como si te lo hubieras diagnosticado en una mamografía asintomática. ¿Qué cosas sí te deberían motivar a preguntar? Flujo vaginal de mal olor persistente, sangrado con la actividad sexual, es un signo súper importante de sospecha clínica de cáncer cérvico uterino. Probablemente no vamos a llegar tan a tiempo. Y sangrado fuera de la regla. O sea, cuando uno tiene su menstruación, debería ser una vez al mes. Y esto es tener una regularidad. Así que también les invito siempre a hacer su calendario de regla, ir anotándolo. Y esos son los signos, pero ahí uno ya habla que hay problemas. Otro punto súper importante es que el 20% del cáncer cérvico uterino se dan en menopausia y en perimenopausia. En que ahí hay una característica importante en las mujeres que empiezan con irregularidad en los ciclos. Entonces empiezan un mes sí, dos meses no, y lo confunden con cáncer. O sea, a veces podría haber sido un cáncer el que está dando el sangrado y no este problema hormonal. Entonces también siempre preguntar por eso. Eso es un llamado importante para la atención primaria de salud.”

¿Qué significa un tratamiento de radioterapia?

 “La radioterapia se usa en varios tipos de tumores, y en cáncer ginecológico la usamos en prácticamente todos, menos cáncer de ovario. Tiene un efecto directo al tumor, de necrosarlo o matarlo, en el fondo, dañar esa célula tumoral. Ahora, el problema que tiene la radioterapia es que, en su paso, también afecta a otros órganos. Entonces, por ejemplo, el útero, que está muy contactado al recto, al intestino, a la vejiga, también se ven irradiados, sobre todo cuando uno no tiene las máquinas más modernas, ya que ahora existe la radioterapia que se llama intensidad modulada, que va directamente al tumor, disminuyendo el daño periférico, en el fondo. Entonces, la verdad que la paciente, si bien en etapas precoces tienen curación con la radioterapia, los efectos a largo plazo pueden ser dolor óseo, puede dañar tu médula ósea, desde el punto de vista de hacer anemias crónicas o baja defensa. Además, la radioterapia en el caso del cáncer cérvico uterino va con una braquiterapia, que es un dispositivo que se introduce por la vagina. Entonces, además produce que la vagina se acorte, se aplaste, pierda su elasticidad. Entonces, también produce difusión sexual, dolor pélvico crónico, rectitis o inflamación del recto, cistitis o inflamación de la vejiga. Estos efectos pueden pasar en la etapa precoz y en las etapas tardías. Pacientes con 10, 15 años de radioterapia le sigue haciendo ese daño. Entonces, claro, uno quiere evitar que las pacientes irradien.”

Doctora Acuña, ¿el efecto post pandemia fue que las mujeres dejaron de hacerse estos exámenes preventivos?

“Sí, lo que pasa es que el llamado fue a eso, porque estábamos claramente en una pandemia. Teníamos mucho miedo y se solicitó que, por favor, se difirieran los temas de prevención. Pero te das cuenta que después llegan las pacientes a la consulta, sin pandemia y esas mismas pacientes dicen que todavía no están yendo a hacerse los exámenes. Entonces, después de la pandemia estamos viendo que viene una ola importante de cáncer en general. Una situación que también, como asesora medica estamos viendo en la Fundación Cáncer Vida, la cual tiene un rol súper importante como sociedad civil. Así que estoy muy orgullosa de pertenecer a la fundación”

¿Hoy la región está preparada para realizar tratamientos en torno al cáncer cérvico uterino?

“La región no está preparada porque no tenemos radioterapia. Tenemos que exteriorizar eso. En cuento a la quimioterapia si hay en el Hospital de La Serena, que es el centro o unidad oncológica regional, ocupando un sector bastante importante del CDT. Tenemos también los comités oncológicos donde se presentan las pacientes. Estas son en formato híbrido con los radios oncólogos de Valparaíso. Tenemos psicooncología, al equipo de hospitalización domiciliaria, cuidados paliativos, enfermeras gestoras, matronas gestoras y varios especialistas. Cosa que no me pasaba, por ejemplo, cuando trabajaba en Hospital Sotero del Río, donde uno piensa que por ser hospitales más grandes podrían tener más acceso a cosas. No se ve en todas las regiones, así que tenemos cosas muy valiosas, tenemos mucha gente joven formada y con interés de formarse, sobre todo la nueva camada. Así, que lo veo muy positivo. “

¿Cómo esta Chile respecto al proceso de vacunación contra el VPH?

“La vacunación en Chile está muy bien en cuanto a cobertura. Creo que falta educar a los papás semanas antes de que los niños sean vacunados, y no lo veo tan difícil, se puede hacer perfectamente una cápsula informativa o un vídeo explicativo de por qué es tan importante vacunar a los niños, porque en el fondo que la cobertura no logre el 100%, es principalmente por negación de los papás a vacunar, por mitos, pensando que esto va a adelantar la vida sexual, o va a hacer que los niños no se cuiden, y esto es un tema de desconocimiento y falta de educación sexual integral en Chile”.

La iniciación de la actividad sexual de los chilenos y las chilenas es cada vez más temprana, ¿esto puede incidir en el desarrollo de esta enfermedad?

“La verdad que no lo vamos a ver. La actividad sexual en Chile se está iniciando, en promedio, entre los 14-15 años, que es cuando existe la mayor posibilidad de estar infectado y si testearas a todos los niños a los 15 años, que hayan iniciado una actividad sexual, probablemente tienen el virus, pero lo eliminan. Entonces por eso el examen del Papanicolau no se hace a los 15 años, porque ahí lo único que vas a encontrar es mucho virus que se va a ir en un tiempo, entonces uno tiene que esperar un poco a que evolucione este virus, y por eso se hace entre los 25 y los 29 años. Es el mejor examen para esa edad, y desde los 30 años hasta los 64, uno debería hacer un examen que es el test de virus papiloma”.

¿Ese examen esta garantizado por el sistema público de salud?

“No está cubierto. El test de virus papiloma es como cuando nos hacíamos las PCR de COVID y si salía negativo estabas feliz. Esto es lo mismo. Es así de efectivo el examen. Es un test que va a buscar el ADN viral de distintos tipos de virus papiloma, porque tienen números. Entonces, este examen no está cubierto por el Sistema Público de forma universal, sino que hace varios años se crearon los programas pilotos en algunas regiones. En esta región sí estuvo incluida, pero hay regiones como, por ejemplo, en Punta Arenas, donde no ocurrió lo mismo. Entonces, es bastante dispar y cada región debe gestionar de manera optima para conseguir los resultados esperados”.

¿Y hoy día cómo estamos acá en la región?

Acá tenemos compra por el Servicio de Salud, que lamentablemente no alcanza porque son 40 mil mujeres más o menos a testear entre 30 y 64 años. Se está pidiendo comprar más o menos 9.500 test. Así que tenemos un delta grande. En este punto hemos tenido mucha apertura de todos los miembros del gobierno regional en general a estos proyectos. Entonces, la idea es poder tratar que el gobierno regional apoyara el tema, porque al final la mejor inversión en salud es la prevención y también es lo que nos da más igualdad. En el fondo que todos, independiente de tu ingreso económico, de tu nivel social, de cómo es tu casa, tu educación, etc., puedas tener el mismo maravilloso examen que tiene la persona que tiene más plata, hace que la equidad sea más real. En Chile se mueren dos mujeres al día por cáncer cérvico uterino y eso no es menor, somos un país chico. Entonces hay un montón de cosas de educación, de la asimetría del trato en salud, del maltrato, de no concentrarnos en lo que necesitamos y de educar también a las pacientes en que se controlen los exámenes.”

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