El famoso videojuego »Tetris» podría ser parte de un tratamiento digital para el trastorno de estrés postraumático, según neurocientífica
BCC NEWS Mundo:
En un experimento en 2005, Emily Holmes, profesora de psicología en la Universidad de Uppsala, demostró que las imágenes son más poderosas que las palabras para dar forma a cómo pensamos y sentimos.
Esta visión fundamental la llevó a desarrollar una terapia cognitiva basada en imágenes y un tratamiento digital altamente innovador para el trastorno de estrés postraumático con el videojuego Tetris.
«Suena raro, ¿no?, pero debo decir que hubo un número muy, muy grande de experimentos de laboratorio antes de llegar a lo que estamos haciendo hoy.»
El tratamiento «brotó de un profundo interés por hallar tratamientos que puedan ser simples algún día». «Parte del hermoso y delicioso trabajo de las últimas décadas, se centra en la idea de que nuestras mentes tienen una capacidad limitada: no podemos hacer dos cosas del mismo tipo a la vez«.
«Significa que no puedes sostener una imagen en tu mente, como la imagen del trauma, y hacer otra cosa que también requiera que tengas una imagen en mente».
Holmes y su equipo empezaron a explorar la idea y notaron que al hacer dos tareas visuales a la vez, la segunda hacía que las imágenes de la primera se volvieran borrosas.
¿Por qué Tetris? «Esto fue a fines de la década de 2000 y en una de las reuniones semanales, un estudiante de posgrado dijo: ‘hay todos estos juegos gratuitos en los teléfonos en estos días que son como lo que estamos usando en el laboratorio, pero mucho más divertidos’, uno de ellos era Tetris, así que lo probamos y funcionó maravillosamente».
«Es una lástima ver a alguien después de décadas de trauma no tratado y mi idea siempre fue que podíamos hacer algo antes que no hiciera daño«.
Lo ideal era, por supuesto, poner a prueba la hipótesis en el mundo real. Sabían que la mayoría de las personas que sufrían un accidente traumático llegaban al hospital en ambulancia media hora después.
«Nunca habíamos hecho un estudio con esa brecha de tiempo pero la primera vez que hicimos la intervención que diseñamos, las personas que jugaron a Tetris tuvieron recuerdos significativamente menos intrusivos del trauma una semana después que aquellos que no.»
«Sin embargo, incluso cuando obtuve esos primeros datos dudé, así que lo primero que hicimos fue establecer un nuevo experimento con unas condiciones de control aún más estrictas». dijo Holmes.
Esta vez, fue en el laboratorio y con voluntarios, los que se sometían a ver películas traumáticas, para luego pedirles que recordaran por un breve momento las imágenes perturbadoras y luego jugar Tetris, y después se les entregaba un diario para que registraran memorias intrusivas mientras seguían con sus vidas normales.
«Lo que encontramos fue que, comparado con no hacer nada, nuestra intervención redujo significativamente el número de flashbacks (reexperimentación de un evento traumático)«.
Pero también encontraron que solamente pedirles que recordaran los momentos difíciles o únicamente jugar Tetris no tenía el mismo efecto: el videojuego era parte del tratamiento, no el tratamiento en sí.
Lo que ocurría era que las memorias visuales dejaban de ser tan vívidas y se degradaban tanto que se mezclaban con otros recuerdos de manera que dejaban de aparecer sorpresivamente todo el tiempo.
«Esa intrusividad es problemática pues lo horrible de los flashbacks no es solo que son traumáticos, sino que aparecen cuando menos lo esperamos, interrumpiendo nuestras vidas. Por eso lo que tratamos de hacer es convertirlos en memorias normales».
Muchos más experimentos de laboratorio más tarde, el tratamiento perfeccionado fue puesto en práctica en un hospital de Oxford, donde la espera para pacientes de accidentes tendía a ser de unas cuatro horas, y la incidencia de estrés postraumático era de 23%.
«En ese período de espera, se les daba a los pacientes la opción de participar en el estudio y, si querían, usábamos un protocolo idéntico al del laboratorio, algo de lo que estoy muy orgullosa pues realmente quería ver si podíamos adaptar los hallazgos del pensamiento básico neurocientífico a la clínica.
«El paciente no tenía que hablar sobre lo ocurrido en detalle, sólo recordar brevemente dos o tres momentos críticos, y después jugar Tetris mientras esperaba».
Increíblemente, algo tan simple como eso nuevamente funcionó.
La esperanza de Holmes y su equipo es que mientras la gente está esperando a ser atendida para reparar el trauma físico, se pueda también aliviar el mental.
Fuente: bbc.com